En la refracción la dirección del haz de luz cambia al pasar entre dos materiales con distinto índice de refracción.

Un haz de luz que, por ejemplo, incide sobre una gota de lluvia, primero se refracta en dirección al centro de la gota y, al salir por el borde exterior de la gota, siempre se vuelve a reflejar hacia dentro de la gota. Esto significa que una parte de del haz sale de la gota con cada reflejo.